El mito- Características

 

EES N° 1    2° C.B    Lengua y Literatura II    Profe Claudia   Año 2024

El mito

El mito es una narración de acontecimientos protagonizada por dioses, héroes y mortales. El relato sucede en un tiempo remoto y, en algunos casos, en un lugar impreciso. Son tan antiguos que originariamente se transmitieron de manera oral, aunque con el paso del tiempo se transformaron en textos escritos.

1)    Señalen con una X las características que se presentan en el mito “Ariadna y Teseo”.

·         El texto está presentado por una figura heroica.

·         Los personajes presentes en el mito son mortales, héroes y monstruos.

·         El mito explica el origen de la ciudad de Creta.

·         Los dioses son los protagonistas del mito.

·         El mito explica el origen del Mar Egeo.

·         Los dioses se vengan de los mortales.

Las narraciones míticas tenían un propósito: explicar a través de la intervención de las divinidades todo aquello que los sabios de la época no podían resolver, por ejemplo, el origen del mundo o los fenómenos climáticos.

   Por otra parte, el mito muestra las cualidades valoradas por una comunidad, como el coraje o la belleza, y también la forma en que deben comportarse los miembros de esa sociedad, por ejemplo, el deber de honrar a los dioses y obedecer a los reyes.

2)    ¿Cuáles son las cualidades que se ponen en valor en el mito de “Ariadna y Teseo”? Justifiquen con citas del texto.

 

El tiempo y el espacio en los mitos

Los acontecimientos que se narran siempre tienen un tiempo y un espacio en el que acontecen. ¿Cuándo suceden las acciones que se entretejen en un mito? Si se busca en el texto alguna referencia temporal, solo se encuentra que cada año sucede lo mismo en Creta, pero no se precisa el tiempo. ¿Cuándo comenzó el pago del tributo por parte de Minos? ¿Cuándo Teseo vence por fin al Minotauro?

   Esos datos no figuran y nunca se sabrán. Son hechos que los creadores ubican en un tiempo anterior a ellos. Nadie estuvo presente y nadie podrá fecharlos jamás, porque los dioses antiguos viven en su propia eternidad: el tiempo mítico.

   A diferencia de las referencias temporales, los lugares que se nombran suelen existir, aunque las divinidades ya no vivan allí. Estos espacios (montañas, valles, ríos, lagos) enraízan los mitos en una comunidad: pertenecer al mismo espacio permite que la gente se integre, de alguna manera, al mundo divino.

 

 

Los personajes mitológicos

Los personajes en este tipo de textos pueden clasificarse en dioses, héroes, mortales, bestias, y monstruos. Los dioses son quienes rigen el destino de los hombres, a veces involucrándose con ellos directamente, y en otras ocasiones interviniendo para favorecerlos o castigarlos, dependiendo del accionar de los mortales.

   Los héroes descienden de la unión entre una divinidad y un ser humano, y protagonizan hechos que en muchos casos determinan el destino de un lugar.

   Las bestias y los monstruos son seres fantásticos. En algunos casos, combinan características humanas con otras de naturaleza animal. Por ejemplo, el Minotauro tiene cabeza de toro y cuerpo de hombre; la esfinge es mitad mujer, mitad león.

3)    ¿Qué personajes aparecen en el mito? Completen según corresponda.

·         Dioses: …………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

·         Héroes: …………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

·         Monstruos: ……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

·         Mortales: ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

 

Las hazañas de los héroes

El héroe es el protagonista, ocupa el lugar central de la narración y es quien encarna las cualidades más valiosas de su pueblo o ciudad. En sus hazañas demuestra sus capacidades sobrehumanas y una conducta ejemplar, aunque, a veces, manifiesta imperfecciones, excesos o faltas.

   Las hazañas de los héroes presentan una estructura común formada por tres etapas: la partida, la iniciación y el regreso.

·         La partida. Se le presenta al héroe el llamado a la aventura. Emprende un viaje con un propósito; abandona su mundo cotidiano para “cruzar el umbral”.

·         La iniciación. El héroe debe sortear pruebas, obstáculos y peligros para lograr su objetivo. A lo largo de este camino aparecen ayudantes y antagonistas, que provocan en el héroe sentimientos y emociones. El resultado de esta etapa es un cambio en el personaje; no será la misma persona que era cuando comenzó la aventura.

·         El regreso. El héroe vuelve a su mundo cotidiano, pero con una actitud distinta, producto de las aventuras, de las personas con las que se relacionó y de los hechos que protagonizó.

 

 

 

4)    Completen a continuación cada uno de los momentos del viaje de Teseo.

El viaje de Teseo

Motivo del viaje

 

 

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Pruebas- obstáculos

 

 

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Regreso

 

 

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5)    Los mitos explican el origen de algún fenómeno o el nombre de un lugar; por ejemplo, en el mito de Ariadna y Teseo se cuenta que el mar Egeo se denomina así luego de la muerte del rey. Lean los mitos a continuación y respondan qué explica cada uno de ellos.

 

EL MITO DE ECO Y NARCISO

 Eco era una joven ninfa de los bosques, parlanchina y alegre. Con su charla incesante entretenía a Hera, esposa de Zeus, y estos eran los momentos que el padre de los dioses griegos aprovechaba para mantener sus relaciones extraconyugales. Hera, furiosa cuando supo esto, condenó a Eco a no poder hablar sino solamente repetir el final de las frases que escuchara, y ella, avergonzada, abandonó los bosques que solía frecuentar, recluyéndose en una cueva cercana a un riachuelo.

Por su parte, Narciso era un muchacho precioso, hijo de la ninfa Liríope. Cuando él nació, el adivino Tiresias predijo que si se veía su imagen en un espejo sería su perdición, y así su madre evitó siempre espejos y demás objetos en los que pudiera verse reflejado. Narciso creció así hermosísimo sin ser consciente de ello, y haciendo caso omiso a las muchachas que ansiaban que se fijara en ellas.

   Tal vez porque de alguna manera Narciso se estaba adelantando a su destino, siempre parecía estar ensimismado en sus propios pensamientos, como ajeno a cuanto le rodeaba. Daba largos paseos sumido en sus cavilaciones, y uno de esos paseos le llevó a las inmediaciones de la cueva donde Eco moraba. Nuestra ninfa le miró embelesada y quedó prendada de él, pero no reunió el valor suficiente para acercarse.

    Narciso encontró agradable la ruta que había seguido ese día y la repitió muchos más. Eco le esperaba y le seguía en su paseo, siempre a distancia, temerosa de ser vista, hasta que un día, un ruido que hizo al pisar una ramita puso a Narciso sobre aviso de su presencia, descubriéndola cuando en vez de seguir andando tras doblar un recodo en el camino quedó esperándola. Eco palideció al ser descubierta, y luego enrojeció cuando Narciso se dirigió a ella. - ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues? - Aquí... me sigues... -fue lo único que Eco pudo decir, maldita como estaba, habiendo perdido su voz. Narciso siguió hablando y Eco nunca podía decir lo que deseaba. Finalmente, como la ninfa que era acudió a la ayuda de los animales, que de alguna manera le hicieron entender a Narciso el amor que Eco le profesaba. Ella le miró expectante, ansiosa... pero su risa helada la desgarró. Y así, mientras Narciso se reía de ella, de sus pretensiones, del amor que albergaba en su interior, Eco moría. Y se retiró a su cueva, donde permaneció quieta, sin moverse, repitiendo en voz queda, un susurro apenas, las últimas palabras que le había oído... "qué estúpida... qué estúpida... qué... estú... pida...". Y dicen que allí se consumió de pena, tan quieta que llegó a convertirse en parte de la propia piedra de la cueva...

Pero el mal que haces a otros no suele salir gratis... y así, Némesis, diosa griega que había presenciado toda la Eco fue la única testigo del suicidio de Narcisodesesperación de Eco, entró en la vida de Narciso otro día que había vuelto a salir a pasear y le encantó hasta casi hacerle desfallecer de sed. Narciso recordó entonces el riachuelo donde una vez había encontrado a Eco, y sediento se encaminó hacia él. Así, a punto de beber, vio su imagen reflejada en el río. Y como había predicho Tiresias, esta imagen le perturbó enormemente. Quedó absolutamente cegado por su propia belleza, en el reflejo. Y hay quien cuenta que ahí mismo murió de inanición, ocupado eternamente en su contemplación. Otros dicen que enamorado como quedó de su imagen, quiso reunirse con ella y murió ahogado tras lanzarse a las aguas. En cualquier caso, en el lugar de su muerte surgió una nueva flor al que se le dio su nombre: el Narciso, flor que crece sobre las aguas de los ríos, reflejándose siempre en ellos.

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EL MITO DE ARACNE

El mito de Aracne | Llevate todoCuentan los viejos relatos que hace mucho, muchísimo tiempo, vivía en una lejana ciudad una joven muchacha que se llamaba Aracne. Esta muchacha trabajaba en un taller haciendo tapices y ella misma hilaba la lana, la coloreaba y hacía los tejidos. Sus tapices llegaron a tener tanta fama por su belleza que de todos los lugares acudían personas para admirarlos y todos comentaban que parecían estar realizados por la misma Atenea, diosa de las tejedoras y las bordadoras.

    A Aracne aquellos comentarios no le gustaban. Pensaba que sus obran eran perfectas y no quería que se le comparara ni tan siquiera con una diosa. Y especialmente le molestaba que algunas personas pensaran que debía su arte a las enseñanzas de la propia diosa. Por este motivo, desafió a Atenea a tejer un tapiz.

    - Diosa Atenea- gritó Aracne-, atrévete a competir conmigo tejiendo un tapiz. Así todo el mundo podrá ver quién de las dos teje mejor.

La diosa Atenea sentía realmente aprecio por Aracne y no quería hacerle daño. Por eso tomó la figura de una anciana bondadosa y se presentó ante la joven para solicitarle que fuera más modesta.

- Aracne, ¿por qué ofendes a una diosa? - le dijo en tono cariñoso-. Confórmate con ser la mejor tejedora del mundo y no trates de igualarte a los dioses.

- Calla, vieja- respondió Aracne airada-. Si Atenea no se presenta ante mí, es que no se siente capaz de competir conmigo.

   En aquel mismo instante, la vieja desapareció y en su lugar quedó la diosa Atenea dispuesta a aceptar el desafío. Atenea y Aracne se pusieron rápidamente manos a la obra. Las dos tomaron unos hilos de seda y empezaron a confeccionar unos maravillosos tapices en los que representaban a diversos personajes. Pasado el tiempo, las dos habían acabado y labor.

   Atenea representó en su tapiz a los doce dioses del Olimpo, y en cada esquina bordó una escena en la que se mostraban los castigos reservados a los seres humanos que se atrevían a desafiar a los dioses.

    En cambio, Aracne confeccionó un magnífico tapiz en el que se veía el mismísimo dios Júpiter, padre de Atenea y jefe de todos los dioses, convertido en una vulgar serpiente.

   Cuando Atenea vio que Aracne se burlaba del dios Júpiter, no pudo reprimir su ira y cogiendo el tapiz de Aracne, lo rasgó en mil pedazos mientras decía:

- Te castigaré para que en adelante aprendas a respetar a los dioses.

   Asustada por la ira de Atenea, Aracne quiso huir entre la gente. Pero Atenea la agarró por el pelo, la elevó del suelo y le dijo:

- Te condeno a vivir para siempre suspendida en el aire, tejiendo y tejiendo sin cesar. Y, al instante, Aracne quedó convertida en una araña que, desde entonces, continúa tejiendo su tela sin parar.

 

 

 

 

 

 

EL MITO DE DAFNE Y APOLO

junio | 2012 | Nihil sub sole novum | Ilustraciones mitología griega, Mito  de apolo, ApoloApolo, el dios del sol y de la música, era un gran cazador. Una vez quiso matar a la temible serpiente Pitón que se escondía en el monte Parnaso. Habiéndola herido con sus flechas, la siguió en su huida hacia el templo de Delfos. Allí acabó con ella mediante varios disparos de sus flechas.

   Delfos era un lugar sagrado donde se pronunciaban los oráculos de la Madre Tierra. Hasta los dioses consultaban el oráculo y se sintieron ofendidos de que allí se hubiera cometido un asesinato. Querían que Apolo reparase de algún modo lo que había hecho, pero Apolo reclamó Delfos para sí. Se apoderó del oráculo y fundó unos juegos anuales que debían celebrarse en un gran anfiteatro, en la colina que había junto al templo.

   Orgulloso Apolo de la victoria conseguida sobre la serpiente Pitón, se atrevió a burlarse del dios Eros por llevar arco y flechas siendo tan niño. Irritado, Eros se vengó disparándole una flecha de oro, que le hizo enamorarse de la ninfa Dafne locamente, mientras a esta le disparó otra flecha, esta de plomo, que le hizo odiar el amor y especialmente el de Apolo. Dafne era una ninfa cazadora consagrada a Artemisa, y por lo tanto, rechazaba cualquier tipo de amor masculino, y, por supuesto, no quería casarse.

   De tal modo, el enamorado Apolo persiguió locamente a Dafne. Mientras, ella huía de él. Pero, poco a poco, Apolo fue reduciendo distancias y cuando iba a darle alcance, y se encontraba ya cansada, Dafne pidió ayuda a su padre, el río Peneo de Tesalia. Apenas había concluido la súplica, cuando todos los miembros se le entorpecen: sus entrañas se cubren de una tierna corteza, los cabellos se convierten en hojas, los brazos en ramas, los pies, que eran antes tan ligeros, se transforman en retorcidas raíces, ocupa finalmente el rostro la altura y sólo queda en ella la belleza. Este nuevo árbol es, no obstante, el objeto del amor de Apolo, y puesta su mano derecha en el tronco, advierte que aún palpita el corazón de su amada dentro de la nueva corteza, y abrazando las ramas como miembros de su cariño, besa aquél árbol que parece rechazar sus besos.

   Como consecuencia de este lance, el laurel es la planta dedicada a Apolo, en recuerdo de su amor por Dafne. Una corona de laurel era el premio que recibían los ganadores del concurso Pítico.

Simbolismo de... el laurel - Biblioteca de Nueva Acrópolis

 

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